En Génesis no se mencionan los Diez Mandamientos



En el Génesis nada se dice de los Diez Mandamientos. ¿Fueron dados por Dios a los israelitas recién en el Sinaí?

Leyendo el Génesis descubrimos que los principios enunciados por los Diez Mandamientos eran conocidos, pues las acciones que constituían transgresión de ellos se consideraban pecado. Sabemos que "por la ley es el conocimiento del pecado" (Rom. 3: 20), y "que donde no hay ley tampoco hay transgresión" (Rom. 4: 15). El mismo hecho de que existiera la muerte era demostración de que había transgresión de la ley (1 Juan 3: 4), pues "la paga del pecado es la muerte" (Rom. 6: 23). Además, la Biblia enseña que la ley de Dios es eterna (Sal. 119: 98, 151, 152). El patriarca Abrahán, que vivió 500 años antes de darse la ley por escrito en el Sinaí, guardaba los mandamientos de Dios (Gen. 26: 5). Por otro lado, no es posible aceptar que un Dios santo y omnisapiente hubiera dado unos mandamientos para los que vivieron antes del Sinaí, otros para quienes nacieron después del Sinaí, y luego otros para los que vivieron después de Cristo. En Dios "no hay mudanza, ni sombra de variación" (Sant. 1: 16, 17).

Observemos algunos incidentes, relatados en el Génesis, que demuestran la existencia de los Diez Mandamientos desde los orígenes del mundo.

1. No adorar dioses ajenos. En Génesis 6 se menciona el diluvio universal como consecuencia del abandono del Dios verdadero. El relato de la torre de Babel (Gen. 11) es otra demostración de la condena que pesa sobre los adoradores de dioses falsos.

2. No tener ídolos. Si Jacob consideraba que era pecado tener los dioses que Raquel había hurtado a su padre, y los enterró, demuestra que ya se conocía el mandamiento que prohibe venerarlos (Gen. 31: 19, 30;
35: 1-4).

3. No blasfemar. La conducta de Esaú, relatada en Génesis 25: 27-34, fue blasfema, por cuya razón en el Nuevo Testamento se lo califica como "profano" (Heb. 12: 16).

4. Observar el sábado. El séptimo día fue bendecido y santificado por Dios en la creación (Gen. 2: 1-3). También fue bendecido por Jesús; recordemos que en el Nuevo Testamento se nos enseña que "sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (véase Juan 1: 1-3,. 10; Heb. 1: 2, 3; Col. 1: 15-18). La Biblia llama al séptimo día "shabbath", término hebreo que significa descanso; y luego pasó a nuestro idioma como "sábado". En Exo. 16: 4-30 se ordena la observancia del sábado un mes antes de llegar al Sinaí, lo que demuestra que el mandamiento era conocido. Transgredirlo, como lo hicieron algunos, significaba no respetar la ley de Dios (vers. 28). Nótese, además, que el mismo mandamiento da la razón de la observancia: "porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra. . ." y porque "Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó" (Exo. 20: 11).

5. Honrar a los padres. En Génesis es notable el respeto que los hijos de Dios mostraban hacia sus padres. El caso de Cam, hijo de Noé (Gen. 9: 20-27)*, nos ayuda a comprender la alta estima en que se tenía al quinto mandamiento.

6. No matar. La condena del asesinato, como el cometido por Caín y otros relatados en Génesis, demuestran la existencia del sexto mandamiento (Gen. 4: 8-15).

7. No cometer -adulterio. El caso de Dina, hija de Jacob (Gen. 34: 1-7). y la conducta intachable de José frente a la tentación a cometer adulterio, indican el conocimiento del séptimo mandamiento.
8. No hurtar. Raquel robó a escondidas los dioses de su padre (Gen. 31: 19-37). La reacción de Jacob, cuando Labán lo acusó de hurto (vers. 30-32), demuestran el conocimiento del octavo mandamiento.

9. No levantar falso testimonio. El incidente entre Isaac y Abimelech (Gen. 26: 6-11) y el de Jacob y Esaú (27: 1-45) demuestran que la mentira era considerada una mala acción.

10. No codiciar. El resultado desastroso de la codicia de Eva (Gen. 3: 6), prueban que la codicia era pecado. La codicia de Lot (Gen. 13: 11, 12), manifestada en su elección, fue un pecado que trajo una maldición.

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