Habrá 3 mil millones de muertos



En un cable de prensa de la agencia EFE, de fecha 14 de enero del 2005, apareció la siguiente información:

ONU: catástrofe amenaza millones de personas
NACIONES UNIDAS (EFE).- La ONU alertó ayer que 3.000 millones de personas en el mundo están en riesgo de ser víctimas de una catástrofe natural, por lo que urgió a los países a adoptar un plan de prevención para la próxima década.

El subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Jan Egeland, dijo que la Conferencia de Reducción de Desastres Naturales, que se celebrará en Kobe (Japón) a partir del 18 de enero, será una buena oportunidad para evaluar medidas preventivas.

Egeland se refirió al terremoto y posterior "tsunami" (olas gigantes) del pasado 26 de diciembre, que ha afectado a una docena de países de Asia y Africa y ha dejado al menos 157.000 muertos (a la fecha van más de 225 mil muertos) y cerca de 5 millones de damnificados.

"El ''tsunami'' nos ha mostrado a todos, no sólo los que estaban en las playas del Océano Indico, lo vulnerable que somos", declaró.

"La cuestión no es si habrá o no un desastre, sino cuándo ocurrirá", agregó.

Subrayó que 3.000 millones de personas viven en riesgo de ser víctimas de volcanes, huracanes, deslizamientos de tierra, terremotos o maremotos y que cada año 250 millones de personas han visto su vida devastada por estas catástrofes.

"Claro que la guerra y el terrorismo son grandes problemas, pero los desastres naturales son mucho mayores, si hablamos del número de personas afectadas", puntualizó.

Mostró su esperanza en que la Conferencia de Kobe los países adopten el plan de acción que propondrá Japón para la próxima década, que será debatido durante la reunión.

Dicho proyecto incluirá las responsabilidades a seguir y los recursos que deben aportar los Estados miembros y organizaciones internacionales para prevenir los desastres naturales.

El embajador de Japón ante la ONU y antecesor en el cargo que ahora ocupa Egeland, Kenzo Oshima, dijo que "no existe la suficiente atención pública hacia los desastres" por considerar que es una cuestión demasiado técnica.

También expresó su descontento de que el informe sobre la reforma de la ONU no se haga mención expresa al desafío que plantean estas calamidades.

"Los desastres naturales también son una amenaza para la seguridad y al desarrollo", reiteró.

Explicó que las tres claves para la prevención son la observación, la transmisión de alertas y la educación de la población.

Puso como ejemplo el maremoto en Papúa Nueva Guinea en 1998, que dejó 2.600 muertos, mientras que dos años después un nuevo seísmo afectó la isla sin pérdidas humanas, gracias a la información que se le dio a la población.

Afirmó que en el Pacífico existe además un sistema de alerta temprana que espera se extienda a otras zonas del mundo que están a riesgo.

En la Conferencia de Kobe se prevé la participación de 4.000 delegados, entre ellos dirigentes de 140 países, 130 Organizaciones No Gubernamentales (ONG), 10 responsables de agencias de la ONU y expertos de la comunidad científica.

Periódico del 14 de enero 2005.

Esta noticia fue de gran impacto en mi mente ya que prevenir a todos lo países del mundo para disminuir el impacto de victimas de desastres naturales en el cual 3 mil millones de personas podrían morir, es de honda preocupación para la población mundial.

Significaría que acontecer los desastres naturales producidos por los huracanes, terremotos, maremotos, inundaciones, etc., reduciría drásticamente la población mundial a la mitad, sin incluir los muertos que vendrían por el brote de epidemias que se deriven de tales desastres, amén de los muertos por las guerras, vicios, y accidentes de diferentes géneros.

Esta información fue anticipada por el Señor Jesucristo cuando pronunció la siguiente profecía con relación al fin de la historia de la humanidad con las siguientes palabras.

Luc. 21:25-26

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; 26 desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.


Realmente nos a tocado vivir en el tiempo más solemne de la historia del mundo. Es el tiempo del retorno de Cristo en las nubes de los cielos con gran poder y gloria.

Luc. 21:27-28

Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. 28Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.


Cobra vida las palabras de una escritora norteamericana, cuando en 1907 dijo lo siguiente:

Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por el solevantamiento de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y tierra. Habrá formidables terremotos y gran destrucción de vidas humanas.

Otra gran noticia fue de gran impacto para muchos de los que viven en el caribe. El 5 de enero del 2005 en un cable de prensa de la AFP dice lo siguiente:

Científicos ingleses y estadounidenses han advertido sobre la posibilidad de que la erupción de un volcán en las Islas Canarias pueda desencadenar un megamaremoto en el Océano Atlántico que borre las islas del Caribe del mapa, así como gran parte de la costa este de los Estados Unidos.

La advertencia, que hoy podría parecer sensacionalista y oportunista, dada la tragedia que acaba de acontecer en Asia, fue comunicada a los gobiernos de Estados Unidos e Inglaterra en agosto del año pasado y reseña da por medios de comunicación tan importantes como la BBC, de Londres, y la estadounidense CNN.

Imagine una gigantesca pared de agua, mucho más grande de que el despiadado maremoto del pasado 26 de diciembre, viajando a través del Atlántico a una velocidad de 960 kilómetros por hora y con dirección invariable hacia las Antillas Mayores. Eso es lo que podría suceder si, como temen algunos científicos, un frágil volcán conocido como “Cumbre Vieja” termina de partirse en dos pedazos y cae en el océano.

El más grande

Una superficie de 19 km. de longitud se desprendió del volcán durante una erupción previa y, según señalan los investigadores, está a punto de precipitarse hacia el mar, lo que provocaría el maremoto más grande que se haya registrado hasta el momento. “No es cuestión de.. si llegara a pasar, sino de cuando pasará”, declaró en octubre pasado el profesor Hill McGuire, director del Centro de Investigación de University College, en Londres.

Mcguire, citado por el New York Daily News, asegura que un tsunami creado por un deslizamiento de tal magnitud sólo permitiría unas seis horas de anticipación antes de que llegue al Caribe, y entre ocho y 10 antes de alcanzar la costa de los Estados Unidos.

El volcán se agrietó severamente en 1949 y ha seguido debilitándose desde entonces, de acuerdo a Steven Ward, profesor de teoría sismológica y geofísica en la universidad de California, quien asegura que Cumbre Vieja, que eruptó por última vez en 1971, ha completado un 98 por ciento de su ciclo.

“Podría pasar en cualquier momento. Dentro de 10 años o 10 décadas”, dijo Simon Day, geólogo marino del Centro de Investigaciones de Londres BBC. “Pero si yo viviera en Miami o Nueva York y escuchara que Cumbre Vieja está en erupción no perdería ni un solo segundo oyendo las noticias”. Si el volcán estalla, explicó Ward, el magma (conjunto de rocas que existe debajo de la corteza terrestre, cuya temperatura es superior a los mil grados Celsius) calentará el agua atrapada en su interior, lo que provocará que esta se expanda y haga que la parte inestable del cráter se desprenda.

“Podría ser un pedazo de roca tan grande como 100 cuadras de la ciudad de Nueva York con una elevación de más de una milla”, dijo Ward al Daily News, describiendo lo que sería el peor de los escenarios.

Billones de toneladas de roca golpearían el océano a más de 300 kilómetros por hora, un impacto que sería equivalente al consumo de electricidad de Estados Unidos completo durante seis meses, de acuerdo a un estimado.

Procedimientos

“Necesitamos recibir un aviso con tiempo, porque en el litoral Este de los Estados Unidos y en el Caribe, sería necesario alejar a un gran número de personas de la costa”, dijo McGuire al Daily News. “Una vez que haya sucedido será extremadamente difícil evacuar a todas esas personas”.

El científico inglés asegura que un tsunami de esta naturaleza podría penetrar hasta 20 kilómetros de tierra firme con una intensidad letal.

“Está claro que esto puede suceder, aunque las posibilidades de que un tsunami se forme en el atlántico son muchos menores de lo que serían en el Pacífico”, dijo John Mutter, del Observatorio Terrestre de la Universidad de Columbia. “Solo porque esto no esté registrado en nuestra memoria histórica, la gente tiende a desestimarlo, algo que es muy lamentable”.

En ese sentido, expertos norteamericanos han declarado que la tragedia acontecida en Asia es una llamada para despertar la atención de que se debe instalar un sistema de alerta en la región.

“Si me hubieras preguntado hace 15 días si valía la pena construir un sistema de advertencia para el Atlántico, seguramente habría dicho no. Pero hoy digo sí”, declaró la semana pasada Paul Whitmore, director del centro de advertencia de la Administración Nacional Oceonagráfica y Atmosférica, en Alaska.

Es decir, que un mega maremoto haría desaparecer todas las islas del caribe.

La corteza terrestre se rasgará a causa de las erupciones de los elementos ocultos en sus entrañas. Estos elementos, una vez desatados, barrerán los tesoros de aquellos que por años han estado aumentando sus riquezas al obtener de sus empleados grandes posesiones a precios de hambre. Y también el mundo religioso será terriblemente sacudido, porque el fin de todas las cosas está cercano.

Ya ha llegado el tiempo en que en un momento podremos estar pisando tierra firme, y en el siguiente la tierra estará moviéndose debajo de nuestros pies. Ocurrirán terremotos cuando menos se los espere.

En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre.

¿Qué está pasando a nuestro mundo que de repente están sucediendo tantos desastres aéreos, marítimos y terrestres?


Es Dios quien protege a sus criaturas y las guarda del poder del destructor. Pero el mundo cristiano ha manifestado su menosprecio de la ley de Jehová, y el Señor hará exactamente lo que declaró que haría: alejará sus bendiciones de la tierra y retirará su cuidado protector de sobre los que se rebelan contra su ley y que enseñan y obligan a los demás a hacer lo mismo. Satanás ejerce dominio sobre todos aquellos a quienes Dios no guarda en forma especial. Favorecerá y hará prosperar a algunos para obtener sus fines, y atraerá desgracias sobre otros, al mismo tiempo que hará creer a los hombres que es Dios quien los aflige.

Al par que se hace pasar ante los hijos de los hombres como un gran médico que puede curar todas sus enfermedades, Satanás producirá enfermedades y desastres al punto que ciudades populosas sean reducidas a ruinas y desolación. Ahora mismo está obrando. Ejerce su poder en todos los lugares y bajo mil formas: en las desgracias y calamidades de mar y tierra, en las grandes conflagraciones, en los tremendos huracanes y en las terribles tempestades de granizo, en las inundaciones, en los ciclones, en las mareas extraordinarias y en los terremotos. Destruye las mieses casi maduras y a ello siguen la hambruna y la angustia; propaga por el aire emanaciones mefíticas y miles de seres perecen en la pestilencia. Estas plagas irán menudeando más y más y se harán más y más desastrosas. La destrucción caerá sobre hombres y animales. "La tierra se pone de luto y se marchita," "desfallece la gente encumbrada de la tierra. La tierra también es profanada bajo sus habitantes; porque traspasaron la ley, cambiaron el estatuto, y quebrantaron el pacto eterno." (Isaías 24: 4, 5, V.M.)


En el Reporte de Desastres Mundiales del 2004 dice los siguiente:

“Sobre la pasada década, el número de desastres naturales y tecnológicos ha aumentado. Desde 1994 hasta el 1998, los desastres reportados promediaron 428 por año. Del 1999 al 2003, esta cifra se disparó a la dos terceras partes, para un promedio de 707 desastres por año. El mayor aumento estaba en los países de bajo desarrollo humano, los cuales sufrieron un aumento de 142 por ciento”.

Un estudio sobre los desastres naturales y desarrollo sostenido preparado en el 2002 por Estrategia Internacional de las Naciones Unidas para la Reducción de Desastres, decía lo siguiente:

“Durante las pasadas 4 décadas, las desgracias naturales como terremotos, sequías, inundaciones, tormentas y ciclones tropicales, fuegos forestales, erupciones volcánicas y el sustento han causado las mayores pérdidas de vidas humanas y de las propiedades, la destrucción de la infraestructura social y económica, así como daños al medio ambiente. Las pérdidas económicas han aumentado casi 10 veces durante este período.

En años recientes, las inundaciones en Bangladesh, Etiopía, Guinea, la India, Mozambique, Nigeria, Sudán, Tailandia, Venezuela, Vietnam y Argelia; erupciones volcánicas en Indonesia, Montserrat, Ecuador y las Filipinas, y los Terremotos en Japón, Turquía, El Salvador, Indonesia, la India, y Perú, han destruido el ambiente la economía así como lo social”.

El reporte predice que “además la estimación proyectada de 100 mil vidas perdidas cada año debido a los daños naturales, el costo global de los desastres naturales alcanzarán la suma de 300 mil millones de dólares por año”.

Es digno de notar que las compañías aseguradoras están de acuerdo con la Biblia en predecir un dramático aumento en los desastres naturales. Una evaluación a largo plazo publicada en Junio del 2002, la Munich Re, una de las más grandes re-aseguradoras del mundo predice un dramático aumento en las devastaciones de diluvios, terremotos y tormentas en el futuro..

Los datos aquí ofrecidos son espantosos y terribles que mueven a una profunda meditación sobre el porvenir.


Dios está retirando su Espíritu de las ciudades impías, que han llegado a ser semejantes a las del mundo antediluviano y a Sodoma y Gomorra... Las costosas mansiones, maravillas arquitectónicas, serán destruidas sin previo aviso cuando el Señor vea que sus ocupantes han traspasado los límites del perdón. La destrucción causada por el fuego en los imponentes edificios que se suponen son a prueba de incendios, es una ilustración de cómo, en un momento, los edificios de la tierra caerán en ruinas.

¿Por qué Cristo no ha venido?

2 Pedro 3:9

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

La razón de por qué Cristo no ha venido es que le da al ser humano la oportunidad de cambiar de actitud. Dios sabe cuán terrible será el día de su venida.

2 Pedro 3.:10-14 dice
10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.


Preparémonos porque Cristo viene pronto.

El mundo irá de mal en peor. No habrá cambio a favor de la raza humana. La indignación

Divina vindicará su carácter pisoteado en su ley.


Sofonías 1:14-18

Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. 15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, 16 día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.

17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.

El profeta invita a la humanidad a lo siguiente

Sofonías 2:1-3


Congregaos y meditad, oh nación sin pudor, 2 antes que tenga efecto el decreto, y el día se pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros. 3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová.

Que Dios nos bendiga

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