La Inquisición - 10ma. Parte



Otro ejemplo de acusación gratuita de magia fue la que se hizo contra los caballeros templarios, quienes aunque en principio obedecían al papa, fueron vinculados con la herejía y el ocultismo. Entre las acusaciones gratuitas que les hicieron está el de ofrecer "sacrificios al diablo." Miles de judíos inocentes fueron también perseguidos y quemados en la hoguera, a menudo en masa como los cátaros y valdenses, con la acusación de que practicaban ritos paganos como el de robar y crucificar a niños cristianos "como parte de sus ritos religiosos."

La virgen María aparece para rescatar a un niño cuyo padre judío habría puesto en un horno por haber asistido a Misa.

"Esta terrible calumnía fue corriente por toda Europa en la Edad Media. No fue sino hasta el S. XVIII que la Iglesia, después de una averiguación exhaustiva, declaró categóricamente que ninguno de estos [así considerados] temibles asesinos de niños tenían alguna base en la realidad."

También se acusaba y condenaba como brujos a muchas personas de alto rango, simplemente por razones políticas. Entre estas condenas con falsos cargos estuvo Juana de Arco, condenada a la hoguera como bruja en el S. XV, pero canonizada en 1920 por la iglesia católica, una vez que la obra de la Inquisíción cayó en un desprestigio total.

"Según cálculos dignos de confianza," dice un historiador moderno que busca ser objetivo, "entre 200.000 y un millón de personas... murieron durante la manía de las brujas que se apoderó de Europa en los siglos XVI y XVII." Pero como reconocen diferentes autores, "los 'demonios' eran... los inquisidores [mismos] que encauzaban los pensamientos y temores relativos a 'brujas' hacia respuestas establecidas de antemano," basándose en "teorías pseudointelectuales" que poseían en relación con la brujería. Por esta razón, se ha probado como "innegablemente cierto que el ocaso de la manía de las brujas en Europa coincidió con el ocaso de la Inquisición en el siglo XVIII." El testimonio referente al carácter demoníaco del ministerio de la iglesia romana durante esta época, se asemeja a la descripción del cuarto sello. Considera a la Inquisición "más terrible de las maquinaciones del papado." Según lo que se le reveló, "el príncipe de las tinieblas obró de acuerdo con los jefes de la jerarquía papal. En sus concilios secretos, satanás y sus ángeles gobernaron los espíritus de los hombres perversos, mientras que invisible acampaba entre ellos, un angel de Dios que llevaba apunte de sus malvados decretos y escribía la historía de hechos por demás horrorosos para ser presentados a la vista de los hombres. 'Babilonia la grande' fue 'embriagada de la sangre de los santos. Los cuerpos mutilados de millones de mártires clamaban a Dios venganza contra aquel poder apostata."

Comentarios

Entradas populares