La Homosexualidad



Mito #1- Hay personas que nacen homosexuales
Cuando los defensores de la teología a favor de la homosexualidad aseguran que las personas nacen Gays, realmente van más allá de la posición generalmente aceptada de que la genética y los factores del medio ambiente influyen en la conducta de una persona. Sugieren que la homosexualidad sea causada principalmente por los genes de una persona. Citan la expresión “estudios científicos” que alegadamente ofrecen prueba conclusiva de que la gente nace homosexual.
Respuesta:
Primero, aunque los estudios futuros puedan un día apoyar esta posición, los resultados de la investigación citada a menudo como evidencia de que una persona puede nacer homosexual son en lo mejor inconclusa, y cuestionable en lo peor. No estoy sugiriendo que la genética no influya hacia una predisposición homosexual, simplemente contiendo de que los estudios a menudo citados de que la gente nace homosexual no son tan conclusivo como los defensores nos quieren hacer creer.
Segundo, aun cuando se demostrara que la homosexualidad se origina en los genes, hormonas o el medio ambiente ¿eso hace que la homosexualidad sea moralmente legítima?
El hecho de que se nazca con la inclinación al alcoholismo, pedofilia o la homosexualidad, ¿hace que el alcoholismo, la pedofilia o la homosexualidad sean conductas correctas?
Parece que los “estudios” están hechos para insinuar que la homosexualidad no es un pecado del cual se necesita arrepentimiento, sino una marca de la identidad de una persona que debemos celebrar.
Tercero, los estudios están pervertidos ya que se basan en la filosofía del determinismo y del conductismo. En tal posición la gente prácticamente no tiene elección en sus actuaciones morales y que por tanto, no debe ser moralmente responsable de sus hechos. La conducta humana, según el conductismo, está grande sino exclusivamente predeterminada por el medio ambiente y el código genético. Pero el conductismo o el determinismo biológico es incompatible con el punto de vista bíblico del hombre. Los seres humanos son creados a la imagen de Dios y dotados con libertad de elección. No podemos poner en correlación una creencia de la filosofía naturista del conductismo con la doctrina bíblica de que somos responsables ante Dios por lo que hacemos (la doctrina del juicio). Además, la filosofía de que “yo no escogí ser así, por tanto no puedo cambiar”, levanta serios cuestionamientos sobre el poder de Cristo para vencer todas las inclinaciones heredadas o cultivadas del pecado.

Quienes confían en Cristo no han de ser esclavos de tendencias y hábitos hereditarios o adquiridos. En vez de quedar sujetos a la naturaleza inferior, han de dominar sus apetitos y pasiones. Dios no deja que peleemos contra el mal con nuestras fuerzas limitadas. Cualesquiera que sean las tendencias al mal, que hayamos heredado o cultivado, podemos vencerlas mediante la fuerza que Dios está pronto a darnos.

Cristo ha dado su Espíritu como poder divino para vencer todas las tendencias hacia el mal, hereditarias y cultivadas, y para grabar su propio carácter en su iglesia.
Mito #2- La inclinación homosexual natural o normal
Basado en la hipótesis discutible de que la homosexualidad es innata, es decir, de origen genético, los defensores de la teología Gay defienden que debemos aceptar la homosexualidad como una condición humana natural, o normal.
Este argumento también está desacreditado. Dejando a un lado los asuntos importantes de la manera en que la “investigación científica” es conducida en la clase de interpretación dada a los resultados de la “investigación”, aun se compruebe que la inclinación homosexual es innata, no la hará normal o deseable. Muchos defectos o impedimentos hoy son innatos, pero difícilmente cualquiera los llamaría normal por esa sola razón ¿Por qué debiera considerarse la homosexualidad como natural o normal aun si fuera innata? Cuando decimos que algo es natural, nos referimos a lo que sucede repetidamente en el mundo de la naturaleza; no hacemos juicio moral de ello. Por ejemplo, las arañas matan y se comen a otros compañeros. Pero, como categoría moral natural se refiere a algo que está de acuerdo con el propósito de Dios. Las acciones son buenas o malas: por ejemplo, algunas veces las personas matan y se comen a otras personas. Pero el hecho de que haya canibalismo en el mundo, quizás para satisfacción de sus creencias religiosas profundamente arraigadas, o de sabores culinarios peculiares, no lo hacen natural en el sentido de que sea la voluntad de Dios. Es decir, lo que es natural a la experiencia o el deseo humano no es necesariamente natural en el designio moral divino.
Mito #3-La inclinación homosexual es dada por Dios
Muchos homosexuales defienden que desde la niñez siempre han tenido sentimientos homosexuales. Por tanto, dicen que sus inclinaciones homosexuales naturales vienen de Dios.
Respuesta:
Las Escrituras en ninguna parte sugieren que si una cosa parece natural, es inevitablemente dada por Dios. Por el contrario, la Biblia enseña que muchos estados naturales y deseos no son de Dios y son contrarios a su voluntad.
Por ejemplo, 1 Cor. 2:14.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Además, dice la Biblia antes de la conversión éramos por naturaleza hijos de ira.
Ef. 2:3
Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Rom 8:7
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Las Escrituras enseñan que somos una raza caída nacida en el pecado. He aquí en maldad he sido formado. Sal 51:5
El pecado ha estropeado nuestras naturalezas físicas y espirituales. 1 Cor 15
Por tanto no podemos asumir que porque algo sea natural o innato, debe ser ordenado por Dios.
Mito #4 - La inclinación homosexual es moralmente neutral
De la hipótesis de que la gente nacen homosexuales, los defensores arguyen que debemos ver la homosexualidad como una expresión neutral de la sexualidad humana. Arguyen que como la heterosexualidad, la homosexualidad puede ser correctamente usada o abusada. Aunque el abuso es incorrecto. Para los que defienden que la homosexualidad es monógama y moralmente correcta, contestamos lo siguiente: ¿por el hecho de que la homosexualidad sea natural o innata (aserto que no se comprobado científicamente) significa que es moralmente neutral o legítima? Si demostráramos conclusivamente que el adulterio, el incesto, la pedofilia, la violencia, y la mentira son heredadas, ¿los justificaríamos como algo legítimo o neutral? ¿Debiera la norma de moral ser determinada por lo que es innato?
Contrario a esta enseñanza del evangelio de los nacidos Gay, la Biblia enseña que la homosexualidad es inmoral. Como las demás desviaciones sexuales, cualquier práctica por lujuria fuera del contexto de un matrimonio amoroso consensual, monógamo, heterosexual es una abominación (Lev 18) ya sea que la práctica o la inclinación sea innata o adquirida. La conducta inmoral no puede ser legitimada por un rápido bautismo en una piscina de genes.
La moralidad no es determinada por lo que es, aun si es innata. Los 10 mandamientos y la orden de Dios antes de la caída en pecado de la raza humana, proporcionan la guía moral, para saber si la homosexualidad es moral o inmoral.
Mito #5- Es difícil cambiar la inclinación homosexual
Los defensores reclaman que ya que la homosexualidad es una condición innata, el homosexual no tiene (o muy poca) esperanza de un cambio; y ya que no hay esperanza para que el homosexual cambie, cualquier cambio debe venir de las instituciones de la sociedad, incluyendo la educación, la ley y la religión.
Las exigencias muy repetidas de que el cambio de la inclinación homosexual es difícil y raro casi sugiere que es imposible cambiar las inclinaciones pecaminosas. De hecho, puede ser el caso si el trabajo de transformación es una obra humana. Pero si Dios transforma esta operación como lo enseña las Escritura, entonces el cambio de la inclinación pecaminosa de la persona no es difícil ni rara. Aun cuando supongamos que es difícil y raro cambiar la inclinación homosexual y que ninguna cantidad de oraciones, consejerías y el esfuerzo de cualquier clase pueden hacer un cambio fácil de su orientación homosexual, ¿hace la dificultad de cambiar a la homosexualidad menos pecaminosa? Definitivamente no. La declaración de un ex-homosexual es digna de citar: No hay factor de contingencia de cualquier referencia escritural, de ninguna clase de pecado, ya sea en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Segundo, si aceptamos la doctrina de que es difícil y raro cambiar, nos guía a la doctrina “una vez pecador, siempre pecador”. Ya que trataré por este argumento en la próxima sección, aquí simplemente mencionaré que este pilar cardinal de la doctrina “nacido Gay” desafía la promesa del Cristianismo de nacer de nuevo. Implica que aún después de la conversión, un adicto a las drogas, o al alcohol, o a una habitual o compulsiva mentira, o perversión sexual siempre permanecerá como eran. Pero miles de conversiones milagrosas y vidas transformadas en nuestro día niegan este argumento a favor de la homosexualidad de que el cambio de la inclinación pecaminosa sea difícil o raro.
6- Una vez homosexual, casi siempre se es homosexual.
Esto es donde la lógica de la predestinación biológica eventualmente se lee: “las gentes nacen gay, es difícil cambiar su inclinación. Siempre permanecerán Gay. Si algo debe cambiar deben ser las instituciones de la sociedad y la iglesia, pero no la homosexualidad”. Las leyes de la sociedad y la Biblia deben cambiar para acomodar al homosexual ya que una vez gay, siempre será gay.
Quizás la pregunta más importante del asunto de la homosexualidad viene de que Cristo tiene poder para ayudar a vencer el pecado en sus vidas. Esto por supuesto es una importante pregunta si la homosexualidad es pecado. Nos obliga a contestar la pregunta de que el poder transformador de Dios es más efectivo que el impotente poder de la terapia psicológica. El testimonio de las Escrituras revela la mentira de que “una vez homosexual, siempre se es homosexual”. Los homosexuales pueden ser, y han sido cambiados por el poder transformador de Cristo.
San Pablo dice en 1 Cor. 6: 9-11 lo siguiente:
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
“Somos espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Los ángeles y los hombres están tomando notas de nosotros para ver qué manera de espíritu tenemos, para ver si estamos buscando la aprobación del cielo. Tú puedes sentir que no puedes encontrar la aprobación del cielo. Puedes decir que naciste con una tendencia natural hacia este mal, y que no puedes vencer. Pero cada provisión ha sido hecha por nuestro Padre celestial a favor de que pueda vencer cada tendencia impía. Tiene que vencer como Cristo venció en nuestro favor… Cristo murió en el Calvario para que el hombre pueda tener poder para vencer sus inclinaciones naturales al pecado. ¿No puedo tener mi propio camino y mis mismos actos? No, no puedes tener tu propio camino y entrar al reino de los cielos. No, mi camino no estará allí. Ninguna manera humana encontrará lugar en el reino de los cielos. Nuestros caminos deben perderse en los caminos de Dios”.

7- Hay diferencia entre ser homosexual y practicar la homosexualidad
Algunos escritores arguyen que la orientación homosexual es una parte permanente e incombinable de constitución del individuo. Es como el color de la piel de una persona, moralmente neutral y una condición de la cual nadie puede cambiar. Por otro lado arguyen que debemos juzgar la práctica homosexual o actividad de acuerdo a las normas moralmente aceptables. De que ser homosexual no es pecado, sino que la actividad homosexual es pecaminosa, aparte del plan de Dios.
Muchos han abrazado este argumento crítico pero es sin sentido. Si no está mal dirigido, es erróneo. ¿Es la homosexualidad algo tan natural como ser de color negro o hembra o es algo pecaminoso que usted hace, acaricia o codicia (como el adulterio, el incesto o la mentira)? Esta pregunta va al corazón del clamor pro-homosexual de que hay una diferencia entre ser homosexual y practicar la homosexualidad.
Pensemos un poco más cuidadosamente ¿puede una persona ser realmente homosexual sin practicar la homosexualidad? La falacia de esas declaraciones llegan a ser obvias cuando cambiamos el pecado de la homosexualidad por el de adulterio o de la poligamia. La declaración entonces se leerá: ¿hay diferencia entre ser adultero y practicar el adulterio? ¿Hay diferencia entre ser polígamo y practicar la poligamia? Estas declaraciones son sin sentido: un adultero es una persona que practica el adulterio. Un polígamo es uno que practica la poligamia. Y un homosexual es uno que practica la homosexualidad.
Pero más que esto, el argumento de que existe diferencia entre ser homosexual y practicar la homosexualidad es también un error sutil. Aunque algunos no se den cuenta, este argumento pro-gay coloca el pecado de la homosexualidad a una marca moralmente neutra de identidad de una persona. Más bien que distinguir entre ser homosexual y practicar la homosexualidad suena más teológico para distinguirla entre la tentación de hacer y la tendencia de alimentar esa tentación. Si permitimos permanecer sin cambio alguno, la distinción hecha por los defensores de la homosexualidad defienden entre ser homosexual y practicar la homosexualidad levantaría un número de cuestiones éticas y teológicas.
Primero, los escritores de la Biblia no adoptan distinción neutra entre la inclinación homosexual (condición) y la práctica homosexual (conducta), entre la inversión (homosexualidad constitucional), y la perversión (el abuso de la homosexualidad). Bíblicamente tal dicotomía es cuestionable en los hechos y actitudes, porque ¿cómo puede ser correcta, practicar la homosexualidad, y sin embargo la tendencia hacia la acción sea neutra? Jesús rechazó este argumento cuando declaró que el pecado de adulterio incluye codiciar en el corazón a una mujer.
Mat. 5:27-28
27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Una persona que tiene una inclinación o un fuerte deseo hacia un acto pecaminoso necesita tanta ayuda para vencer la inclinación, como el individuo que ha sucumbido o que ha actuado sobre ese deseo pecaminoso, ya sea de mentir, de robar, de adulterar, de matar, etc.
Segundo, la homosexualidad no es más innata que el adulterio, la poligamia, la bisexualidad o la bestialidad. Todos son distorsiones de las inclinaciones y sexualidad humanas. Si la orientación homosexual excusa el pecado de los deseos homosexuales, ¿no implica que otras orientaciones pecaminosas tales como la mentira compulsiva, el adulterio compulsivo, el racismo compulsivo, el robo compulsivo, la desobediencia compulsiva por las autoridades, etc. debieran ser excusada como irreversibles condiciones pecaminosas? Entonces ¿es un engaño de que la gracia de Dios es poderosa para transformar?
Tercero, todos nacimos moralmente corruptos, con debilidades y tendencias al mal,
Sal 51:5
He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

Sal 143:2; Sal 14:3; 1 Reyes 8:46; Prov 20:9; Rom 3:23; Rom 7:14-24; 1 Juan 1:8.
Pero, la pecaminosidad humana, universal ¿significa que nuestras inclinaciones pecaminosas o propensiones son moralmente neutras y que por tanto no tengo de qué arrepentirse o de vencer mediante el poder de Cristo? Porque todos somos moralmente corruptos, se ha hecho provisión para nacer de nuevo, este nuevo nacimiento espiritual es actual en el nivel moral. Cuando los homosexuales o adúlteros nacen de nuevo, cesan de ser homosexuales o adúlteros.
1 Cor 6:9-10
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Pueden ser tentados por esos pecados, pero a menos que los acaricien, se rindan o actúen en ellos, no pueden legítimamente llevar esos pecados como símbolos de identidad.
Stgo 1:12-15
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
San Pablo dice en 2 Cor 5:17 lo siguiente:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

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