El Santuario 03


(2) El cuerno pequeño y el Príncipe.
El cuerno pequeño se mueve hacia arriba en dos etapas. En la primera ataca al ejército del cielo, pero en la segunda se engrandece contra el Príncipe del ejército (véase el vers. 11 ). Este Príncipe se menciona en Josué 5:14. Es un ser celestial que está a cargo de los ejércitos celestiales. Josué era también comandante de los ejércitos celestiales de Dios sobre la tierra. Ambos ejércitos trabajaron juntos para derrotar a Jericó. En Daniel el término Príncipe se usa para referirse al Mesías, llamado Miguel el Príncipe en Daniel 10:13, 21; 12:1 (cf. 9:25). Este personaje desempeña funciones sacerdotales y regias.

(a) Obra del Príncipe: Daniel 8:11 muestra que el Príncipe está a cargo del "continuo", llamado en hebreo el tamid. Este término se usa con bastante frecuencia en los servicios del santuario del Antiguo Testamento. Dios ordenó a los sacerdotes realizar ciertas actividades continuamente en el santuario. Por ejemplo, debían mantener las lámparas ardiendo continuamente (Exo. 27:20), el incienso debía quemarse continuamente (Exo. 30:8), el fuego del altar debía arder continuamente (Lev. 6:13), y debía haber una ofrenda encendida en el altar continuamente (Exo. 29:42). El término tamid o "continuo", resume en forma precisa la obra diaria de los sacerdotes en el lugar santo durante todo el año. Esta palabra nunca se asocia con la obra del sumo sacerdote en el lugar santísimo durante el día de expiación.
En la visión Daniel vio al Príncipe celestial en el santuario celestial realizando los servicios diarios. El suyo era un ministerio de mediación e intercesión en favor de Su pueblo, tipificado por la obra del sacerdocio levítico en el lugar santo del santuario terrenal. Por tanto, este Príncipe es el sumo sacerdote mencionado en Hebreos 8:1, 2 quien está oficiando "en el santuario, el verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre" (vers. 2); y que vive "siempre para interceder" por nosotros (Heb. 7:25; cf. Rom. 8:34; 1 Tim. 2:5). El fue calificado para fungir como sumo sacerdote en el templo celestial (Heb. 4:14-5:10; 9:11, 12) a través de su encarnación, su muerte sacrificial, su resurrección y su ascensión.
(b) Se quita el continuo: Notamos que el cuerno pequeño no puede derrotar o matar al Príncipe. Sólo le arrebata el continuo/tamid. El cuerno pequeño se adjudica aquello que era obra exclusiva del Príncipe en el santuario celestial. Este es el significado de la frase "y por él fue quitado el continuo".
El verbo hebreo traducido como "quitar" (rum) tiene varios significados (ser alto, surgir, exaltar, ser quitado, levantar). La forma verbal usada en Daniel 8:11 significa "ser quitado, ser exaltado", y se usa en los servicios del santuario para designar la acción de quitar de las víctimas sacrificiales la porción que iba al altar (por ejemplo, véase Lev. 4:8, 10). El significado del verbo en Daniel puede definirse mejor por la preposición usada con él. El continuo es quitado "de". Siempre que el verbo rum es usado acompañado por esa preposición, siempre expresa la idea de separación. Algo es separado de alguien o algo (por ejemplo. véase Exo. 29:27; Lev. 4:10; 1 Sam. 2:8; Sal. 113:7; Isa. 57:14). A veces separar o quitar a alguien de entre otros resulta en exaltación (por ejemplo, véase 1 Rey. 14:7; Sal. 113:7, 8), pero la idea fundamental del verbo continúa siendo la de "quitar de". Sólo el contexto indicará si la idea de exaltación está presente.
El cuerno pequeño le arrebató el continuo al Príncipe usurpando su obra sacerdotal. Al arrogarse a sí mismo la obra del Príncipe, el cuerno pequeño hace ineficaz la mediación del Príncipe para aquellos que apoyan sus aspiraciones políticas y religiosas.
(c) Derriba el lugar de su santuario
Después, el cuerno pequeño echó por tierra "el lugar de su santuario" (Dan. 8:11). El verbo "echar por tierra/derribar" (shalak) fue usado en el versículo 7 para describir la victoria del macho cabrío sobre el carnero. Y en el versículo 10 se empleó un sinónimo para indicar la derrota del ejército a manos del cuerno pequeño. Cuando un enemigo o un ejército es derribado claramente indica una derrota. Pero aquí en Daniel 8:11, lo que es echado por tierra no es una persona sino el lugar de su santuario. Uno podría argüir que en este caso el verbo significa algo como "destruir, arruinar" (cf. 2 Rey. 23:12; Eze. 5:4; Amós 8:3; Exo 32:19). Significaría entonces que el cuerno pequeño arruinó el lugar de su santuario donde el Príncipe oficiaba. Esta podría ser la interpretación, pero parece haber una mejor. 
El verbo hebreo shalak, "derribar", "echar" se usa en hebreo en una forma similar al equivalente en español. En ambos lenguajes el verbo "derribar", "echar" con mucha frecuencia lleva una preposición. Algo se derriba "al piso" (Dan. 8:7), "detrás de tus espaldas" (1 Rey. 14:9), de algún lugar (2 Rey. 14:20), en algún lugar (Amós 8:3) "sobre" alguien (2 Sam. 11:21 ), "fuera de las puertas" (Jer. 22:19), etc. El significado del verbo es alterado de alguna manera por la preposición que lleva. 
En Dan. 8:11 el verbo shalak "derribar", "echar", no va acompañado de una preposición o un adverbio, aparece solo. El texto dice simplemente: "el lugar del santuario fue derribado, echado". La traducción en español no hace sentido a menos que se le añada una frase adverbial. La versión Reina Valera revisada 1960 dice "su santuario fue echado por tierra". La frase adverbial "por tierra" no está en el original. Daniel 8:11 no es el único pasaje en el Antiguo Testamento donde este verbo se encuentra solo, sin una preposición o un adverbio. En esos otros pasajes el verbo "derribar/echar" se usa para expresar la idea de rechazo o abandono. Por ejemplo, soldados desesperados tratando de escapar del enemigo han "echado" (abandonado) su equipo (2 Rey. 7:15); un olivo "echa" (descarta) sus flores (Job 15:33); los israelitas no "echaron" (abandonaron, rechazaron) sus ídolos (Eze. 20:8; cf. Isa. 2:20); los muertos de las naciones serían echados (abandonados), es decir, no serían enterrados (Isa. 34:3; cf. Jer. 36:30); el salmista ora "no me deseches (rechaces, abandones) en el tiempo de la vejez" (Sal. 71:9). Estos ejemplos muestran que el verbo "echar", "derribar" puede ser sinónimo de verbos como "rechazar, abandonar, dejar". 
En Daniel 8:11 el cuerno pequeño "desecharía" o "derribaría", en el sentido de rechazar, abandonar o dejar "el lugar de su santuario". La palabra hebrea traducida "lugar" se usa en el Antiguo Testamento para designar la morada de Dios, es decir, el santuario celestial (1 Rey 8:39, 43), así como el santuario terrenal (vers. 13). También puede referirse a un fundamento literal o metafórico (Sal 89:14). Daniel 8:11 es el único pasaje en el Antiguo Testamento donde encontramos la frase "lugar de su santuario". "Lugar" puede muy bien significar aquí "fundamento" en un sentido metafórico; es decir, podría referirse a la misma esencia y al propósito del santuario. Esta aplicación sería similar a la que encontramos en el Salmo 89:14, donde el "cimiento de tu trono" no es literal sino metafórico, es decir, "justicia y juicio", designando así los principios fundamentales sobre los cuales está establecido el trono de Dios. 
Una cuidadosa lectura de Daniel 8:11 sugiere que hay una estrecha conexión entre el quitar el continuo y el acto de echar por tierra el lugar de su santuario. El mismo propósito del santuario está directamente relacionado con la obra del Príncipe mesiánico, es decir, Su obra de mediación, intercesión, y perdón de los pecados. Al apropiarse el ministerio continuo del Príncipe, el cuerno pequeño rechaza, de hecho, el mismo fundamento del santuario celestial como un centro de mediación y perdón.
(d) Un ejército sobre el continuo: Otra actividad del cuerno pequeño se describe en el versículo 12: "Le fue entregado el ejército junto con el continuo". El texto hebreo es un tanto oscuro aquí, pero "la traducción más plausible... es 'así un ejército será establecido [nathan] sobre el continuo... en un acto de rebelión'" (7) Cuando nathan ("dar") se usa con la preposición "sobre" (cal) a menudo significa "poner a alguien sobre," "establecer sobre" (cf. Dan 11:21).
(F. Brown, S. A. Driver, and Charles A. Briggs, Hebrew and English Lexicon of the Old Testament (Oxford: Clarendon Press, 1951), pág. 680.)
Lo que el texto parece decir es que una vez que el cuerno pequeño se apropió del continuo, inmediatamente estableció un ejército sobre él para controlarlo o ministrarlo. 
La frase hebrea "a causa de la prevaricación" es difícil de traducir. La versión Dios Habla Hoy la rinde así: "perversamente...", sugiriendo que lo que le ocurrió al continuo y al santuario fue el resultado de la rebelión del pueblo de Dios, y que él lo estaba castigando. Pero este punto de vista no parece ser correcto porque el libro de Daniel nunca considera la persecución y el sufrimiento de los santos como castigo por sus pecados.
(Consulte John J. Collins, Daniel: A Commentary on the Book of Daniel (Minneapolis Fortress, 1993), p. 335. )
Ellos, como Daniel y sus compañeros, son perseguidos a causa de su inconmovible lealtad a Dios. Esta transgresión o rebelión "es ciertamente la ofensa del cuerno pequeño".
(Ibid.)
Podemos, entonces, traducir la frase hebrea como "en el curso de la transgresión" o "en el acto de la rebelión". 
Daniel nos está informando que la obra del cuerno pequeño contra el continuo y contra el santuario celestial es, en esencia, la manifestación de un espíritu de rebelión contra Dios. Su obra puede ser definida por medio de una sola palabra: "rebelión" (hebreo, peshac). Peshac es uno de los términos hebreos más fuertes para designar al pecado en el Antiguo Testamento porque lo presenta como un ataque contra la soberanía de Dios. La persona "que comete un peshac no simplemente se rebela contra Yahweh o se levanta contra él, sino que rompe con él, se lleva aquello que le pertenece sólo a El, le roba, lo defrauda, pone sus manos sobre aquello que le pertenece a El."
(R. Knierim, "Pesac Verbrechen," in Theologisches Handwöterbuch zum Alten Testament, ed. Ernst Jenni and Claus Westerman (Munich: Chr. Kaiser Verlag, 1976), tomo 2, col. 493.)
Esta definición del término peshac describe en forma precisa la actividad del cuerno pequeño.
(e) Echó por tierra la verdad: Finalmente, el cuerno pequeño echa por tierra la verdad. El profeta usa una vez más el verbo "echar/lanzar", pero esta vez está seguido de una frase que indica la dirección de esa acción ("echó por tierra"). "Verdad", en este contexto parece referirse a la verdad acerca del continuo del santuario. Por tanto, la declaración "echó por tierra la verdad" es un resumen de la obra del cuerno pequeño. Esta verdad es lo suficientemente abarcante como para incluir la revelación del plan de redención de Dios como la manifestación de su voluntad para nuestras vidas (cf. Mal. 2:5-8). La expresión "echar por tierra la verdad" debe comprenderse metafóricamente. Significa despreciar, desconsiderar, rechazar la verdad. Estas ideas ya están presentes en el contexto.
La descripción de la obra del cuerno pequeño termina con la declaración "y prosperó" (Dan. 8:12). El cuerno pequeño creció en poder sin ninguna oposición significativa, alcanzando incluso a los cielos. Pero este estado de cosas no iba a ser permanente. 

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