La Boda


¿Cómo debería traducirse S. Lucas 12: 36: "boda", o "fiesta de bodas"? En S. Lucas 12: 36 Jesús nos dice que debemos estar listos para su segunda venida como los sirvientes deben estar listos para el regreso de su amo de una "boda". Esta es la palabra que aparece en todas las versiones castellanas que hemos podido consultar.

Cualquiera de las dos expresiones sugeridas en la pregunta puede ser usada en la traducción de este pasaje, si tomamos en cuenta este texto aisladamente. Pero surge un problema cuando lo comparamos con otras profecías relativas a la segunda venida de Cristo.

Jesús, en los evangelios y también en el Apocalipsis, al referirse a los acontecimientos de los últimos días, habla de bodas, y asimismo de una gran fiesta.

a. En la parábola de las diez vírgenes que aparece en el Sermón profético (S. Mateo 25: 1-13), Jesús se compara al novio, y les dice a sus seguidores que se preparen para participar con El de un "banquete de bodas".

b. En la parábola del "banquete de bodas" (S. Mateo 22: 1-14) nos habla acerca de muchas invitaciones que se enviaron y nos presenta al rey proporcionando túnicas especiales de bodas a sus huéspedes, para recorrer después la sala del banquete con el fin de estar seguro de que todos sus invitados las están usando. Cuando descubrió a alguien que no había querido usarla, ordenó que se lo expulsara.

c. En Apocalipsis 19: 9 se pronuncia una bendición sobre todos los invitados al "banquete de bodas" del Cordero, y nos enteramos (en los versículos 7 y 8) que la novia está lista, revestida de "lino deslumbrante de blancura", que son "las buenas acciones de los santos". (Antes, en Apocalipsis 7: 14 se nos dice que han lavado sus ropas y las han blanqueado con la sangre del Cordero. De manera que es la sangre del Cordero lo que le da su blancura, brillantez y pureza al lino del vestido de la novia.)

d. y ahora tenemos este pasaje, S. Lucas 12: 35-37, que nos presenta a Jesús que viene a la tierra después de que el "banquete de bodas" terminó. Y como si todo esto no fuera ya bastante confuso, lea de nuevo el pasaje y va a descubrir que después del regreso del Amo del banquete de bodas, hará "sentar" a sus siervos "a la mesa" -sin duda con Abrahán y con todos los gentiles de oriente y occidente- mientras El les sirve con solicitud.

Antes de analizar estos pasajes y tratar de llegar a una solución, recordemos que en Daniel 7 se nos presenta a Jesús cuando comparece en la escena del juicio en el cielo (en 1844) para recibir entonces su reino; y en S. Lucas 19: 11, 12 Jesús definidamente advierte a sus seguidores que no va a recibir su reino en Jerusalén sino en "un país lejano", después de lo cual regresaría a la tierra. Puesto que la novia del Cordero es la Nueva Jerusalén, la capital y el símbolo de su reino, podemos llegar a la conclusión de que recibir su reino y casarse con su novia es la misma cosa, y que esto ocurre en el cielo antes de su segunda venida.

En 2 Corintios 11: 2 San Pablo se refiere a sí mismo como alguien que ha "desposado" (comprometido) a la iglesia con Cristo, como si fuera una "casta virgen". En Efesios 5: 25-27 San Pablo nos dice que Jesús murió para asegurar el proceso mediante el cual podía llegar a presentar su iglesia-novia completamente pura, "santa e inmaculada".
La solución del rompecabezas. Tratemos de juntar las diferentes piezas de este rompecabezas:

1. En 1844 Jesús compareció delante del Anciano para recibir su reino (Daniel 7: 9-14); es decir, vino como el Novio para casarse con su prometida (S. Mateo 25: 1-13). Los cristianos que han disfrutado de verdadera comunión con El (que han tenido aceite en sus lámparas), lo han seguido por medio de la fe mientras El participaba de las ceremonias de la boda.

2. Desde 1844 el juicio ha estado sesionando (Daniel 7), y en su transcurso el Rey ha estado examinando a todos los que a lo largo de la historia humana han pretendido ser sus seguidores. Esta gente, en su conjunto, ha constituido su iglesia, su prometida. Pero como individuos no todos han sido leales y fieles. Muchos de ellos han tomado su nombre en vano. Han pasado por alto sus mandamientos. Muchos incluso han perseguido a otros creyentes que querían obedecer a Dios. Estos seguidores hipócritas y desleales aparecen en el juicio previo al advenimiento desprovistos del manto de lino blanco especialmente confeccionado para las bodas (S. Mateo 22: 1-14). Se los elimina del libro de la vida. Entonces la iglesia queda purgada y resulta pura y fiel. La novia es ahora limpia y blanca (Apocalipsis 19: 7-9; Efesios 5: 25-27).

3. Cuando la novia, al fin, está lista, ,Jesús se casa con ella; es decir, recibe entonces su reino {Daniel 7: 14; S. Lucas 19: 11, 12). La puerta que conduce a la boda se cierra, y todo aquel que quiera entrar a esa hora tardía resulta que no está preparado y no es digno (S. Mateo 25: 1-14; compárese con Apocalipsis 22: 11).

4. Inmediatamente después de su boda Jesús regresa a la tierra (S. Lucas 12: 35-37) para reunir a los siervos que lo esperan.

5. Entonces Jesús indica a sus siervos que tomen asiento y que coman (S. Lucas 12: 35-37) haciéndolos participar del banquete de bodas del Cordero (Apocalipsis 19: 9).
Esta secuencia tienen sentido. Pero cierta confusión se introduce en nuestras mentes
occidentales cuando se traduce S. Lucas 12: 35-37 de tal manera que implica que Jesús regresa después del "banquete de bodas" al cual nos está invitando a participar.{. Los griegos no ten[an una palabra adecuada para esto. La confusión desaparece cuando nos encontramos con la explicación lingüística del asunto. El griego, el idioma original del Nuevo Testamento, usaba ciertas palabras que han sido traducidas por "boda" (gamos y gamoi) mediante las cuales se refería tanto a la boda en sí como al banquete o fiesta que le seguía.

En el mundo occidental moderno establecemos una clara diferencia entre la ceremonia de bodas y la fiesta que la sigue. Ambas son relativamente cortas.

En los tiempos bíblicos la formulación de lo votos matrimoniales (véase Malaquías 2: 14) parece haber sido una ceremonia muy breve, mientras que la fiesta era un acontecimiento importante para la comunidad que podía durar toda la noche o aun una semana entera. Comer juntos en medio de una gran cantidad de invitados era esencial. De manera que una boda era concebida por la mayor parte de la gente como una gran fiesta.

Este uso de la palabra era adecuado en la mayor parte de los casos. Pero los griegos quedaban en desventaja cuando querían referirse, por alguna razón, solamente a lo que nosotros llamamos una ceremonia de bodas. Gamos y gamoi tenían que servir para las dos cosas la mayor parte del tiempo.

Pero si bien es cierto que los griegos no disponían de términos diferentes para establecer la distinción que hay entre una ceremonia y una fiesta de bodas, disponían de un término para referirse a la fiesta sola cuando eso era lo que querían destacar, y éste es el término que se usa en Apocalipsis 19: 9 para referirse a aquello a que han sido invitados los santos, es a saber, al "banquete de bodas" del Cordero.

De manera que ya tenemos solucionada la dificultad. El amo regresará de la gamo;, es decir, de la "boda", pero no de lo que nosotros llamaríamos la fiesta o el "banquete de bodas". Ya se habrá casado con su reino, su iglesia, su novia, en lo que a los votos de la alianza se refiere.

Pero para que la boda esté completa en todo sentido, habrá una gran fiesta, el "banquete de bodas" del Cordero. Seguirá inmediatamente después. El Amo dará la bienvenida a sus siervos y los invitará a "sentarse a la mesa" con Abrahán y los gentiles redimidos, de nuevo en el cielo, la casa del Novio, donde se formularon los votos de esponsales.

De paso, no confundamos a la novia con los invitados a la boda. La novia es la iglesia en conjunto; los miembros de iglesia considerados individualmente son los invitados. La novia es la Nueva Jerusalén, el símbolo de la plenitud del reino humano de Cristo. (Véase Apocalipsis 21: 9, 10.) Los miembros considerados individualmente no son la ciudad, sino los residentes que tienen sus casas allí. (Véase S. Juan 14: 1-3.)

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