La parábola del rico y Lázaro.



Si los muertos están inconscientes, ¿cómo debemos enten­der la parábola del rico y Lázaro según Lucas 16:19-31?
Si aceptamos que esta parábola nos enseña que al morir vamos de inmediato al paraíso o al infierno, nos encontraríamos con las siguientes contradicciones bíblicas:
YAHSHUA y los apóstoles enseñaron que la recompensa de losjustos les será dada recién en ocasión de la segunda 
venida del MASHIAJ (Mat. 16:27; 25:31-41; 1 Cor. 15:51-55; 1 Tes. 4:16,17;Heb. 9: 28; Apoc. 22: 12 y otras).
Además, la Biblia enseña que los muertos nada saben, ni participan en ninguna actividad en la tierra (Ecl. 9: 5,6-10; Sal.146:4, etc.).
3. Por otra parte, en la parábola, el rico con versación Abrahán, quien supuestamente está en el paraíso (vers. 24-31). 
Pero la Biblia dice que Abrahán aún no está en el cielo. En la epístola a los Hebreos, se mencionan muchos nombres 
de hombres de fe de la antigüedad, entre ellos Abrahán (Heb. 11: 8-19). Después de referir esos nombres dice: “Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo 
YHWH (Baruj Hashem) alguna cosa mejor para nosotros para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros”
perfeccionados
 (vers. 39, 40). Como se ve, ni Abrahán ni ninguno de los fieles de la antigüedad han recibido el cumplimiento de la
 promesa de YHWH (Baruj Hashem) respecto a la salvación, pues El ha dispuesto que “no fuesen ellos 
 apañe de nosotros”. En efecto, cuando venga YAHSHUA, todos los redimidos recibirán, en el mismo día, el galardón de la vida eterna prometido
 por la gracia de YHWH (Baruj Hashem) (1 Tes. 4:16,17; 2 Tim. 4:6-8). Por otro lado encontramos contradicciones con la misma doctrina de la inmortalidad del alma, como ser:
1. Según ella, al morir la persona, el espíritu queda libre desu cuerpo, sin embargo, en la parábola, las supuestas
 almas o espíritus del rico y Lázaro tienen ojos, dedos y lengua (vers. 21,22). ¿Es que los espíritus tienen los mismos
 órganos físicos que los cuerpos?
2. Además el rico pide que vaya “alguno de entre los muer­tos” (vers. 30), para advertir a sus familiares de su error. 
¿Nohubiera correspondido pedir que alguno de entre los vivos fueraa hacer esa obra?
3. Y por último, ¿podría admitirse como realidad eterna queel lugar del supuesto castigo, el así llamado infierno, esté tan cercadel paraíso de modo que pueda existir comunicación entre unos yotros? ¿Haría felices a los redimidos el 
oír por la eternidad lasquejas y los gemidos de los réprobos y observar su eternosufrimiento?
En vista de todas estas contradicciones que emanan de una interpretación literal de la parábola, como lo sugiere la pregunta, concluimos que esta parábola, como todas las parábolas, es una ilustración cuya aplicación corresponde darla 
solamente al que la usó, en este caso YAHSHUA. Se dice que oían también todas estas cosas los fariseos, que eran
 avaros, y se burlaban de él” (vers. 11). Deducimos por ello que el Señor usó esta parábola para advertir a sus oyentes
 avaros y confiados en sus riquezas, que la salvación no depende de los bienes materiales que se poseen, sino de la
 conducta y el correcto proceder de la persona. En ese entonces era popular la idea de que la pobreza y o la enfermedad eran maldi­ciones de YHWH (Baruj Hashem) (véase Juan 9:1-3), y que la riqueza era bendición divina. Esta parábola contradice tan equivocada creencia, por cuyo motivo la refirió YAHSHUA HA MASHIAJ.

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